lunes, 28 de noviembre de 2011

Sentirnos amados para que podamos amar a otros


Sentirnos amados para que podamos amar a otros - Juan Manuel Montané

El mandamiento es amar a tu prójimo como a ti mismo.
Necesitamos tener el correcto amor a mí mismo para poder amar correctamente a otros.
De lo contrario, voy a buscar que las diferentes relaciones cubran el vacío afectivo de mi corazón.
Sólo puedo amar cuando me siento amado.
Uno de los factores por lo que puedo alcanzar un correcto amor hacia mí mismo, es cuando me siento correctamente amado por mis padres.
Si mis padres no me han podido dar esa clase de amor, tengo un Padre en el cielo que puede suplir esa falta cuando asumo mi papel de hijo y lo busco como Padre.

¿COMO MI HIJO SE PODRÁ SENTIR CORRECTAMENTE AMADO ?
La disciplina no es la panacea de la educación. Es una muleta.
Romanos 4:15 Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión.
La disciplina sin amor produce resultados a corto plazo, hasta que los hijos pueden reconocer su autonomía.
El desequilibrio entre la disciplina y los afectos desarrolla, conforme a la personalidad del niño,la culpa, el temor o la ira.
El amor por nuestros hijos, no sólo hay que sentirlo también hay que comunicarlo.
Tenemos que considerar que la comunicación abarca un espectro desde lo racional a lo emocional y lo espiritual
La comunicación con el niño es netamente emocional y espiritual, ya que su caudal de comprensión es pequeño.
Es maravilloso y alarmante a la vez, concientizarnos de que el estado emocional y espiritual del niño depende del clima creado por los padres.
El niño está preguntándonos continuamente con su comportamiento. ¿ me quieres ?
La respuesta no la encuentran en lo que sentimos o decimos sino en lo que hacemos.
El problema no es la falta de amor sino la falta de expresión de ese amor

EL TANQUE EMOCIONAL                     
Así como un automóvil para funcionar necesita combustible; así los afectos son los que impulsan las acciones de las personas.
Cuando el tanque de las emociones está en déficit uno busca en las relaciones los afectos que cubran ese vacío emocional.
Así por esa necesidad emocional uno soporta conductas y cede posiciones, con tal de sentirse aceptado y amado.
Cuando se tiene el tanque emocional adecuadamente cubierto uno puede de dejar de mirar su necesidad; y puede discernir, y atender la necesidad emocional de los que le rodean.
El modelo de amor que nos presenta Jesús, es un nivel alto de entrega y de renuncia.
Juan 13:34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
1Corintios 13:7 (el amor) todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
Entrega y renuncia que sólo es posible cuando uno no tiene un déficit de afecto sino que encuentra esa satisfacción que nos permite amar sin miramiento.
Ese amor haya su completa dimensión en el amor del Padre de los cielos, pero nuestros padres terrenales colaboran en representar ese amor y llenar nuestro tanque emocional

¿Cómo expresar el amor hacia nuestros hijos?
La mirada directa: nada más sanador que encontrar unos ojos en los que podemos reconocer su afecto y admiración.
El contacto físico: no tenemos que tener temores a abrazar por el miedo a producir conductas sexuales depravadas. Nada produce mayor identidad sexual que una correcta relación con ambos padres.
La atención concentrada: nada lástima más, que esa sensación ser atendido como una molestia.
Esa sensación de que el otro me atienda esperando que termine.
Una atención concentrada es una evidencia del interés y de la adecuada preocupación por lo que el otro está viviendo.

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