SANIDAD INTERIOR

SANIDAD INTERIOR



JORGE HIMITIAN



1.- CUADRO CLÍNICO DE NUESTRA SOCIEDAD
Vivimos en una sociedad cada vez más conflictuada psíquica, emocional y
espiritualmente. Ansiedades, depresiones, temores, angustias, complejos, traumas,
ataduras, opresiones, insomnios, intentos de suicidio, suicidios, etc. son términos cada
vez más frecuentes que describen la situación de muchos hombres y mujeres. Miles se
están volcando actualmente a la psiquiatría y al psicoanálisis en busca de alivio para los
males mentales y espirituales que padecen. ¡Cuántos más aun, en su ignorancia,
recurren a curanderos, a espiritistas, a hipnotizadores, al yoga, a la meditación
trascendental y otras prácticas ocultistas buscando en vano solución a sus problemas.
Verdaderamente, la nuestra es una sociedad cada vez más enferma y doliente.
Causas externas
Osvaldo Cuadro Moreno en su libro "Psicoterapia de la fe" pág 7 y 8 dice:
"La situación actual del mundo lleva más y más a la práctica de la sanación interior,
según está previsto por los profesionales, de la medicina, de la psicología, de la
sociología, esta necesidad irá en aumento al correr del siglo, pues nuestra civilización
aumenta la neurosis colectiva año a año”.
Este desasosiego progresa favorecido por cierta tendencia que hoy se han hecho
universales y que son resultado típico de la civilización que vivimos:
a. trepidación de los centros urbanos: ruidos, smog, publicidad, profusión de medios de
comunicación, música irritante, etc.
b. agotamiento físico producido por vivir en centros urbanos sujetos a tanto fárrago y a
tantas exigencias, medios de transporte abarrotados, déficit habitacional.
c. agotamiento afectivo por causa de propuestas a menudo inalcanzables (status,
riquezas, erotismo exagerado, etc.) y por incomunicación crónica.
d. agotamiento intelectual, que viene de la cantidad de preocupaciones, conocimientos,
conflictos, problemas que exceden la capacidad humana de almacenamiento simultáneo.
e. mundo materialista incapacitado de ofrecer alternativas espirituales para satisfacer lo
que hay de más profundo en el hombre.
f. régimen competitivo en todos los órdenes, tanto internacional, industrial, comercial,
deportivo, social, laboral, familiar, lo cual imposibilita el régimen del amor.
g. impotencia para defenderse de situaciones caóticas gigantes, como la posibilidad de
una guerra, de una deprecien económica, de un sistema político despótico.
h. aumento de la agresividad y aún de la violencia en todos los niveles, y justificación
de la misma de acuerdo con los objetivos que permita alcanzar.
i. anonimato en medio de la masa.
j. vida familiar desprestigiada y subvertida.
k. autoritarismo anónimo y al mismo tiempo pérdida de autoridad personal.
l. todos los signos monetario-comerciales que han invadido las relaciones entre los
hombres.
Podemos resumir todo esto diciendo vivimos en una 'civilización neurotizante'. Es que
el progreso científico-tecnológico sin Dios, y sin el respeto de sus leyes, es
absolutamente incapaz de brindar bienestar a la humanidad.
La causa fundamental
"Porque dos males ha hecho mi pueblo:
me dejaron a mí, fuente de agua viva,
y cavaron para sí cisternas,
cisternas rotas que no retienen agua..."
"Tu maldad te castigará, y tus rebeldías
te condenarán; sabe, pues, y vé cuan
malo o amargo es el haber dejado tú a
Jehová tu Dios, y faltar mi temor en tí,
dice el Señor, Jehová de los ejércitos".
(Jeremías 2:13 y 19)
El alejamiento de Dios y el quebrantamiento de sus leyes es la causa fundamental de
todos los males de la humanidad. La necedad del corazón humano ha puesto a Dios a un
lado, y ha tenido la pretensión de edificar una sociedad sin Dios, con las consabidas
consecuencias.
Por lo tanto, es necesario afirmar que: la condición esencial para que haya sanidad
interior es volver a Dios por Jesucristo, mediante el arrepentimiento y la fe en su
nombre; y sujetándonos a su autoridad renunciar al pecado, a la mentira de Satanás y al
demonio.
Este principio fundamental para liberarse de todos los trastornos y conflictos psíquicos
y emocionales es válido tanto para inconversos como para creyentes.

2. NECESIDAD DE ESTE MINISTERIO

Enfermedades psicosomáticas
Hoy los entendidos afirman que la mayoría de las enfermedades físicas están causadas
por problemas psíquicos.
Cuadro Moreno dice: "resulta un llamado de atención que las sociedades médicas
adjudiquen hoy en día una importancia básica dentro de las causas de enfermedades, a
los desequilibrios psíquicos. Se dice que el 85% de las causales, son precisamente
psíquicos y empieza a no sorprendernos, por ejemplo, escuchar teorías muy elaboradas
acerca de que el cáncer generalmente tiene connotaciones psíquicas. Ciertos estados
deficientes en 'anticuerpos psíquicos' contribuyen en gran medida a disminuir la
supervivencia del enfermo"(pág.9).
¿Tiene nuestra sociedad recursos para subsanar esta problemática, tiene terapia efectiva
para estos conflictos psico-emocionales?
Es encomiable el esfuerzo que está haciendo la psiquiatría moderna, pero con humildad
debería reconocer que son más los casos que deja sin solucionar que los que soluciona.
Su capacidad terapéutica es bastante reducida.
Por otro lado, el psicoanalista, al tratar de ayudar al paciente, a descubrir mediante el
diálogo, la motivación más profunda de su conducta, puede justificar cualquier
in conducta y explicando los factores concurrentes y "las causas objetivas" de
determinado proceder, eximir al paciente de su responsabilidad personal (¡Qué
procedimiento erróneo y opuesto a la terapia de Dios, que es a través del
arrepentimiento!). Además poder remover el subconsciente no significa necesariamente
lograr cambios"

Neumopsicosomatologia
La psicosomatología estudia la relación e influencia de la psiquis sobre el cuerpo, a
través de la observación de cómo los trastornos psíquicos (mentales y emocionales)
trastornan y enferman el cuerpo (Soma). Pero siendo el hombre una unidad
neumopsicosomática (espíritu - mente - cuerpo), la raíz de los problemas, se debe
buscar primero en el espíritu del hombre. En la mayoría de los casos allí está el origen
del problema. Por lo tanto, la terapia profunda debe comenzar desde allí. Por eso
declaramos que Dios es el mejor psiquiatra el verdadero sanador.
"Porque así ha dicho Jehová:
Incurable es tu quebrantamiento,
y dolorosa tu llaga.
No hay quien juzgue tu causa para sanarte
no hay para ti medicamentos eficaces".
"Mas yo haré venir sanidad para ti,
y sanaré tus heridas, dice Jehová".
(Jeremías 30:12,13 y 17)
¿Quién nos conoce como el Señor?, ¿quién sabe la verdadera causa de nuestros
problemas como él? ¿Quién nos ama como él? ¿A quién hemos ofendido como a él?,
¿quién tiene tanto poder como él?

Buenas noticias para los que sufren
Jesús inaugura su ministerio público leyendo en la sinagoga Isaías 61:1-3. Allí se habla
de los 'abatidos' (deprimidos), quebrantados de corazón', (resentidos, ofendidos),
cautivos (atados), 'presos' (oprimidos), 'enlutados' (melancólicos), 'afligidos',
'angustiados', términos que describen a enfermos espirituales y psíquicos.
Jesús al leerlo, afirma expresamente "hoy se ha cumplido esta Escritura delante de
vosotros" (Lucas 4:21). Jesús es el Ungido y el Enviado para sanar a todos los que
sufren trastornos interiores, liberarles, consolarles, y darles gloria, óleo de gozo y manto
de alegría. ¡Aleluya!.

El ministerio sanador de la Iglesia
A muchos de los que están llegando a la iglesia, en estos días, se les está ministrando en
este sentido. Para poder llevar adelante una adecuada obra pastoral, creemos que es
indispensable que en las congregaciones haya quienes sepan ministrar sanidad interior.
Si en el Pueblo de Dios hay personas, deprimidas, amargadas, atadas, angustiadas,
oprimidas, con temores o fortalezas deben ser nuevamente tratadas por Jesús a fondo.
(En los últimos 6 años, el cassette más vendido en nuestro medio ha sido el de "sanidad
interior", lo cual muestra la gran necesidad que hay en ese campo).

3. DIAGNOSTICO Y TERAPIA

Trastornos de conducta
Las personas que tienen conflictos interiores y sufren trastornos emocionales
generalmente tienen trastornos de conducta. La manifestación de éstos puede ser
bastante variada, según cada caso y cada persona. La primera en tomar conciencia de
que algo anda mal es la misma persona; luego los que más horas pasan junto a ella cada
día.
Cómo se muestra aquel que está pasando conflictos interiores
_ Agresivo, nervioso, iracundo, explosivo, da malas respuestas a sus semejantes
sin causas objetivas, agrede
_ Deprimido, melancólico, triste, negativo
_ Sarcástico, burlón, crítico, liviano
_ Resentido, susceptible, ofendido, amargado, desconfiado
_ Apático, indiferente, pasivo, desinteresado
_ Hipócrita, falso, superficial, simulador, fingidor etc.
Como observamos los síntomas pueden ser variados, pero lo importante es llegar a la
causa profunda que ocasiona ese trastorno de conducta.
Información natural y sobrenatural
Para llegar a conocer la causa profunda del problema de quién lo está padeciendo, es
necesario:
- la confesión de la persona
- conversar con ella haciendo algunas preguntas claves
- oración, pidiendo la guía del Señor
- discernimiento espiritual
- palabra de sabiduría
- palabra de ciencia
Para que se dé una buena relación paciente-ministro es necesaria la concurrencia de los
siguientes factores:
a. del paciente
- su voluntad de mejorar
- confianza en el ministro
- sinceridad
- sujeción a Dios y a su palabra
- obediencia al tratamiento
b. del ministro
- amor y compasión por el que sufre
- saber oír con paciencia
- discreción y confidencia
- humildad y dependencia de Dios
- fe
Consideraremos cuatro tipos de conflictos
A. Sentimientos de culpa
B. Resentimiento - Rencor
C. Temor - Depresión y fortalezas
D. Opresiones y ataduras diabólicas
A. SENTIMIENTO DE CULPA
El pecado: Todo pecado hiere al hombre en su interior. Es una autodestrucción y una
autodegradación. El pecado atenta contra la imagen de Dios en nosotros mismos. Nos
destruyen en lo más íntimo de nuestro ser. Algo está mal y uno lo sabe, lo siente o lo
intuye, pues se ha transgredido la conciencia moral.
Este sentimiento de culpa es mayor cuando nuestro pecado atenta directamente contra
otra persona, y se ve aumentado a través del conocimiento de la ley de Dios.
Caminos errados
a. Ocultar el pecado: es la primera reacción, se da instintivamente. Es lo que hicieron
Adán y Eva, Caín, Adán, David, Ananías y Safira.
Es lo que hemos hecho todos desde nuestra infancia. "El que encubre sus pecados no
prosperará". Prov. 28:13.
¿De quién los encubre? De Dios no puede. Los encubre de sus semejantes, de aquellos a
quienes está afectando con su pecado, y de aquellos con quiénes está más directamente
relacionado.
El pecado oculto causa trastornos espirituales, psíquicos y aún físicos.
El Rey David, mientras encubrió su pecado de adulterio, sufrió toda clase de
perturbaciones, psico-emocionales, y aun enfermedad física.
"Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día"(Salmo 32:3)
b. Transferir la culpa: esto es muy antiguo. Adán dijo: "La mujer...", y la mujer dijo: la
serpiente...", siempre buscamos algún chivo emisario a quien cargar la culpa de nuestro
mal proceder.
c. Justificar el pecado: con largas explicaciones sobre las circunstancias, los factores que
influyeron, queriendo en definitiva, mostrar que el pecado cometido fue casi inevitable
y por causas ajenas a la propia voluntad. Un claro ejemplo de esto es el caso de Saúl
cuando ofreció el sacrificio desobedeciendo la palabra del profeta (1° Samuel 13:8-13).
d. Racionalizar el pecado: Freud, padre del psicoanálisis, ha sostenido que el
sentimiento de culpa es un sentimiento condicionado por la religión; si eliminamos la
religión solucionamos el sentimiento de culpa. Hoy muchos han eliminado la religión de
sus vidas, pero sus conflictos y perturbaciones psicológicas han aumentado.
e. Escapismo: muchos buscan distraerse, llenarse de actividades, programas,
entretenimientos, se aturden, para escapar de su conflictiva realidad interior. Otros
huyen a través de la bebida, las drogas.
f. Atacar los efectos: mediante tranquilizantes, psicofármacos, etc.
La Terapia de Dios
Bienaventurado aquel cuya transgresión ha
sido perdonada, y cubierto su pecado.
Bienaventurado el hombre a quien Jehová
no culpa de iniquidad, y en cuyo
espíritu no hay engaño".
Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad
Dije: confesaré mis transgresiones a Jehová;
y tú perdonaste la maldad de mi pecado".
(Salmo 32:1,2 y 5)
"Cristo murió por nuestros pecados"
(1° Cor. 15:3)
"Si confesamos nuestros pecados, él es fiel
y justo para perdonar nuestros pecados,
y limpiarnos de toda maldad
(1° Juan 1:9)
a. La confesión de los pecados
Confesar es lo opuesto a ocultar, a transferir a otros, a justificar, y a racionalizar el
pecado. Confesar es ponernos en la luz, decir la verdad, asumir la responsabilidad de
nuestros actos. Es poder decir con contrición y arrepentimiento: "he pecado...".
Confesar es decir con la boca lo que hemos hecho. La confesión debe ser hecha a Dios,
a los ofendidos y según Santiago 5:14-16 los unos a los otros.
b. El perdón de los pecados
Si confesamos... Dios nos perdona porque Cristo murió por nuestros pecados. Su sangre
nos limpia de todo pecado. Una vez que haya confesado los pecados es importante:
1°. Orar juntos confesando los pecados a Dios
2°. Leer algunos pasajes bíblicos donde Dios asegura el perdón a los que se arrepienten.
3°. Decirle al paciente: "En el nombre de Jesús, ahora, tus pecados están perdonados".
4°. Dar gracias a Dios en voz alta por el perdón concedido.

B. RESENTIMIENTO O RENCOR
Cómo se produce: cuando alguien nos trata injustamente, nos agrede, nos ofende, nos
desprecia, nos insulta, nos avergüenza, nos ignora, nos trata mal, no nos paga lo que nos
debe, nos calumnia, etc., etc. nos hiere y lastima interiormente.
Tosa herida produce dolor. Afloran así sentimientos negativos hacia esas personas y nos
amargamos, resentimos con esas personas. Hay muchos hijos resentidos con sus padres
por castigos injustos, abuso de autoridad, despotismo, maltrato, abandono, etc.
Hay esposas resentidas interiormente con sus maridos por un trato desconsiderado,
egoísta, áspero. Maridos resentidos con sus esposas; etc. En toda clase de relación
humana suele haber resentimientos, sea entre familiares, vecinos, obreros, patrones, etc.
Este mal tiene tres grados de progresión: '
1° Rencor: indisposición a perdonar y no desear el trato con la persona
2° Odio: desear el mal de la persona
3° Venganza: buscar hacerle mal a la persona
Cómo se detecta: el resentimiento es un sentimiento negativo, una amargura que aflora
cada vez que volvamos a ver o recordar a aquella persona que nos hirió. El rencor puede
ser manifiesto u oculto. Si por causas ajenas a nuestra voluntad nos toca tratar a esa
persona, nos sentimos incómodos, tensos, trabados y hay siempre un trato difícil. El
resentimiento o rencor es indisposición a perdonar a aquel que nos ha hecho daño, pues
no queremos reconciliarnos con él. Comprende 2 aspectos:
1° Emocional: (amargura) involuntario
2° Voluntario: no querer perdonar
¿Cuántos corazones están con amarguras resentimientos y rencores? El trato agresivo, la
prepotencia, la insolencia, la cólera revelan que hay conflictos muy hondos no
solucionados en el interior de los hombres.
Carlos Aldunate (en su libro "Encuentro con Dios") dice:
"El resentimiento y la voluntad de no perdonar son un problema importante en la vida
espiritual y pueden repercutir en la salud, tanto sicológica como física.
La Terapia de Dios
PERDONAR Y AMAR AL QUE ME OFENDIÓ
- Jesús con su ejemplo y su doctrina nos enseñó a perdonar a todos los hombres sus
ofensas. Mateo 6:12, 14, 15, Mateo 18:35; Lucas 23:33-34.
- Jesús, por su espíritu nos dio el poder para perdonar y amar. Crucificó en su muerte
nuestro viejo hombre y por su Espíritu vino a vivir en nosotros. Rom. 6:6 y Gal. 2:20
- Proclama; "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" Filip. 4:13. Mediante Cristo
que ahora vive en mí yo quiero y ¡Puedo perdonar! ¡Puedo ser libre de todo rencor!
¡Puedo amar al que me hizo mal! ¡Puedo bendecir al que me maldice!

Cómo perdonar
"Y cuando estés orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno". (Marcos 11:25)
- Perdonar orando y en el nombre y poder de Jesús, como un acto definido y concreto.
ORACIÓN: "Padre, en este momento en el nombre y poder de Jesucristo, yo perdono a
tal persona por tal daño que me ha hecho. Perdona también mis pecados... en el nombre
de Jesús. Amen.
Gracias Señor, ya he perdonada; recibo también tu perdón y creo que tu amor me llena.
Aleluya. Gloria a tu nombre. Amén.
Habíamos señalado que en el resentimiento estaban presentes dos aspectos: el
emocional y el voluntario. Al haber subsanado el voluntario perdonando de corazón en
el nombre de Jesús el emocional (amargura, dolor) irá desapareciendo en muy corto
tiempo.

C. TEMORES, DEPRESIONES Y FORTALEZAS
Trataremos estos tres en forma conjunta pues son malestares afines y tienen
generalmente un mismo origen: el creer las mentiras de Satanás. La terapia también es
común a los tres: ser libre por creer la verdad de Dios.

Temores y ansiedades
Existen tres clases de temores:
1°. El temor natural, que es normal y sano, el cual nos preserva de peligros reales
2°. El temor reverencial hacia Dios, que es una virtud
3°, El temor esclavizante, que inhibe destruye e impide el pleno ejercicio de las
facultades de una persona.
A éste último nos referimos. El temor es una emoción negativa. Algunos tienen temor
del futuro, de sufrir desgracias, de la muerte, de recibir malas noticias, de la soledad, de
hacer un papelón en público, de fracasar, de la oscuridad, del suicidio, de quedarse
solteros, de padecer penurias económicas, de que le secuestren algún ser querido del
dolor físico, de no ser aceptado por los demás, etc. etc.
Estos temores asaltan, crean ansiedad, perturban, quitan la paz y la alegría.
El tenor es fe al revés, es creer lo que el diablo dice, creer sus mentiras.

Depresión
Los deprimidos, en el lenguaje bíblico, serían los "abatidos" En Isaías 61:1 dice: "Me ha
enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos". Y el salmista dice: "¿Porqué te abates,
oh alma mía y te turbas dentro de mí"? (Salmo 42:5)
9
"Los antiguos padres de la iglesia tenían otra palabra para la depresión. La llamaban
pereza,... la aflicción del corazón y la falta de disposición para enfrentar cualquier
actividad que requiere esfuerzo.
Hoy en día no describimos en los mismos términos a la depresión. ¿Qué es realmente la
depresión? Se la puede describir desde varias perspectivas. Si observas tu estado
bioquímico cuando estás deprimido, tu metabolismo, la conducta de los músculos lisos
y las glándulas, verás, que no sólo tu conducta verbal y motriz es la que tiene síntomas
depresivos.
Generalmente la depresión ocurre por algún motivo. La mayoría de las creencias
erróneas que producen depresión entran en la corriente del monólogo interno, después
que ha habido una pérdida.
Muchas veces el paciente no puede explicar por qué está deprimido. “No sé por qué me
ciento así”, suele decir. “Sencillamente siento que no puedo hacer absolutamente nada”.
No tengo ganas de hacer nada. Y lloro todo el tiempo. No duermo bien, no tengo
energía ni interés en nada... no sé por qué”. Generalmente terminan con una voz tan
débil que se pierde, suspiran, se hunden en el asiento y simplemente se quedan mirando
el piso.
A pesar de la falta de habilidad del deprimido para explicar por qué ha llegado a este
estado, es extremadamente raro que la depresión se produzca sin alguna causa especial.
Las creencias erróneas que provocan la depresión pueden ser activadas por un solo
hecho. Un hecho que represente una pérdida. Alguien querido se va o muere. O pueden
ser dificultades económicas o perdidas de dinero. Una enfermedad física, la edad, un
accidente, un ataque al corazón o la pérdida de la fortaleza física. La separación y el
divorcio son frecuentes causas de detesten, y otras situaciones donde se provoca el
rechazo, el temor, el autodesprecio. Cualquiera de estas situaciones puede ser una
oportunidad para que el diablo infiltre algunas sugerencias en el monólogo interno".
(Dígase la verdad, pág. 37-38).
En estas condiciones la persona se auto desprecia, subestima sus posibilidades y mira
con desesperanza su futuro. "Estoy arruinado, no puedo salir de esto y estaré cada vez
peor".

Fortalezas y complejos
La expresión "fortaleza" es la palabra bíblica equivalente a complejos o traumas. (2°
Cor. 20:4-5) El lenguaje bíblico es muy descriptivo, fortaleza es un castillo, un fuerte
que fue construido piedra por piedra. Sus paredes anchas altas y sólidas han sido
edificadas a través de los años.
Satanás edifica en nuestras mentes fortalezas espirituales, las cuales son construidas por
la misma mentira de Satanás dicha a través de los años en diferentes situaciones y
circunstancias. Generalmente tiene su origen en la niñez. Por ejemplo: -
"Nadie me quiere"
"Soy un inútil"
"No tengo suerte en la vida"

La mentira o la verdad
“El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no
hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de
mentira". (Juan 8:44)
"Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres". Juan 8:32.
"El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida
y para que la tengan en abundancia". (Juan 10:10)
El objetivo de Satanás es la conquista de nuestra mente. Su estrategia consiste en
colocar en nuestros pensamientos sus mentiras, sin que nos demos cuenta de que son
mentiras, y menos que provienen de él.
Lo que pensamos acerca de nosotros mismos de la vida, de Dios, de otros, de nuestras
circunstancias puede ser mentira o verdad.
Si lo que pensamos es mentira, nos ata y nos destruye y si es la verdad, nos liberta y
edifica. William Backus y Marie Chapian han escrito un excelente libro titulado "Dígase
la verdad" del cual quiero transcribir algunos párrafos.
Backus es fundador del Centro Cristiano de Servicios Sicológicos, pastor luterano,
doctor en teología y doctor en psicología- Chapian es sicoterapeuta del mismo centro.
"Una vez que extirpamos las irracionalidades y mentiras de nuestro pensamiento y las
reemplazamos por la verdad, podemos tener vidas satisfactorias ricas y
emocionalmente plenas". (pag. 16)
"Las creencias erróneas son la causa directa del desorden emocional, de las conductas
inadaptadas, y de la mayoría de las llamadas enfermedades mentales. Son la causa de
aquellas conductas destructivas en las que persiste la gente, aun teniendo plena
conciencia de que son perjudiciales (tales como comer demás, fumar, mentir,
emborracharse, robar o cometer adulterio)". Pág. 17
"Pero por favor créanme, las creencias erróneas que nos decimos a nosotros mismos,
vienen directamente desde lo más profundo del infierno. Son formuladas y despachadas
por el propio diablo. Este es muy sagaz para repartir las creencias erróneas. No quiere
correr el riesgo de ser descubierto, de modo que siempre hace aparecer como verdad la
mentira que dice. Pag. 18
"¿Qué es lo que hace que nos sintamos como nos sentimos? El estado de tu bioquímica
puede afectar la manera en que te sientes. Hay formas de cambiar el estado de tu
bioquímica, por ejemplo, medicamentos. Otra forma es comenzar a mantener una buena
alimentación y un buen funcionamiento del cuerpo. También tus pensamientos pueden
afectar tu bioquímica. Así es: lo que estás pensando en este mismo momento puede en
realidad cambiar la composición química de las células de tu cerebro y del resto de tu
sistema nervioso central ¿Puedes creer que las afirmaciones de tu monólogo interno en
realidad pueden alterar tu conducta glandular, muscular y neural?". Pág. 26
"Cambia las creencias de un hombre y cambiarás sus sentimientos y su conducta.
Para lograr nuestras metas, tanto en este libro como en la vida, debemos descubrir,
analizar, cuestionar y reemplazar sistemáticamente las creencias erróneas de nuestra
vida con la verdad". Pág. 27
11
Liberación del temor
"Busqué a Jehová, y él me oyó
Y me libró de todos mis temores"...
Este pobre clamó, y le oyó Jehová
y lo libró de todas sus angustias.
El ángel de Jehová acampa alrededor
de los que le temen y los defiende.
(Salmo 34: 4,6 y 7).
David estaba angustiado, ansioso. El temor le dominaba. Pero luego canta diciendo: "De
todos mis temores me libró". ¿Cómo se produjo esta liberación? El clamó a Dios, y Dios
le respondió con una verdad: "El ángel de Jehová acampa..."
¿Qué problema tienes? Dios es tu padre, es todopoderoso, siempre está contigo.
Para ser libre del temor debes detectar la mentira que estás creyendo, desecharla y
reemplazarla por la verdad específica de la Palabra de Dios,

Victoria sobre la depresión
Ecuación espiritual:
Circunstancias difíciles + mentira de Satanás = depresión
Circunstancias difíciles + verdad de Dios = edificación
El que está deprimido debe desechar la mentira y decirse a si mismo la verdad de Dios.
Necesita decirse y oír las buenas noticias, y guiarse por ellas y no por sus sentimientos:
"Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo". Filip. 1:6; Isaías 41:10; Salmo 3:2 y 3.

Destrucción de fortalezas
2° Corintios 10: 4-5. Tenemos armas poderosas para destruir fortalezas. Esas fortalezas
son argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios. Podemos
con la verdad de Dios detectar y destruir esas mentiras estructuradas que el enemigo
edificó en nuestras mentes durante años. -

D. OPRESIONES Y ATADURAS DIABÓLICAS
Dios ha prohibido algunos caminos y cuando el hombre transita por ellos
inevitablemente da lugar a Satanás y por lo tanto él trabaja cómodo para robar, matar y
destruir.
Algunos de las prácticas prohibidas por Dios en su Palabra son: la brujería, hechicería,
curanderismo, espiritismo, magia, hipnotismo, encantamiento, adivinación, agorería,
desenfreno de inmoralidad. Todo esto abre la puerta a la acción de los demonios en los
hombres: turbación, opresión y ataduras.
Pedro señala en Hechos 10:38 que Jesús fue ungido con el Espíritu Santo con poder
para hacer bien y sanar a los oprimidos por el diablo.
En 1° Juan 3:8 dice que Jesús vino a deshacer las obras del diablo. Por lo tanto Jesús
tiene toda unción y autoridad para liberarnos totalmente de la dominación satánica.
Este tema será abordado de una manera más detallada en el taller sobre "Liberación de
demonios”. Por lo cual no nos extenderemos sobre el mismo.
1 Pastor de la Comunidad Cristiana de Capital Federal, Argentina, y miembro del grupo apostólico en
Argentina