lunes, 14 de noviembre de 2011

EL ENSEÑAR A NUESTROS HIJOS A AMAR A OTROS

EL ENSEÑAR A NUESTROS HIJOS A AMAR A OTROS

El niño amado incondicionalmente con el amor de Dios por medio del amor de los padres tiene cubiertas las ansiedad provocadas:
- por su debilidad, por el sentirse poca cosa, su condicionamiento por el valor que se asigna.
- por su desempeño, por el sentirse incapaz de afrontar desafío.
Un niño amado incondicionalmente puede responder con amor
Nacemos con capacidad de amar pero necesitamos aprender como hacerlo.
Es en la familia donde aprendemos a recibir y dar amor.
El varón debe tomar la iniciativa, aún cuando la esposa es más competente en ese área
La esposa amada, amplifica y refleja el amor recibido.
El amor que fluye de ambos es una fuente de salud para cada uno de sus hijos.
EL AMOR RECIBIDO PROVEE UN FUERTE SENTIDO DE IDENTIDAD
Ese sentido de identidad, provoca una fortaleza interior que nos provee de seguridad y confianza.
Uno de los dones con que mejor podemos bendecir a nuestros hijos.
Esto es sumamente importante pero no lo único.
Una de las lecciones y legados más importante que le tenemos que dejar a nuestros hijos
es el capacitarlo para construir saludables relaciones con otros.
La seguridad interior que nos provee un adecuado sentido de identidad que produce el sentirnos incondicionalmente amados, nos permite superar uno de los condicionamientos más importantes
para construir relaciones adecuadas.
LA DESCONFIANZA
Tenemos que enseñar a nuestros hijos a como sobreponerse a los fracasos en sus relaciones.
Al haberse sentido defraudados se va construye una desconfianza que nos discapacita par establecer relaciones verdaderas.
La desconfianza es una enfermedad relacional.
Impide que yo pueda recibir brindar a otros y a recibir el afecto de otros con sinceridad.
Otros de los grandes males de nuestro tiempo que tenemos que enseñar a nuestros hijos a superar es:
LA SOLEDAD
En estos tiempos de relaciones virtuales es uno de los momentos donde la gente sufre más de soledad.
Muchos buscan la soledad como un camino de autoprotección.
El individualismo es esa tendencia a aislarnos de los demás para que no nos lastimen, para no tener que depender de otros.
Se construir un sistema de autosuficiencia para prescindir de los demás para que no nos fallen.
Tenemos que enseñar a nuestros hijos a amar y a servir a los demás.
En la medida que construimos relaciones de amor, en la familia y en la congregación vamos construyendo un sentido de pertenencia que es esencial para nuestra salud espiritual.
El sentido de identidad y el sentido de pertenencia son dos de los dones más preciados que le podemos dejar a nuestros hijos como herencia.
EL AMOR A OTROS AFIRMA UN IMPORTANTÍSIMO SENTIMIENTO DE PERTENENCIA
Juan 13:34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
1Juan 2:10 El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo.
1Juan 3:10 En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.
1Juan 3:14 Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte.
1Juan 4:7-8 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.

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