El Espíritu Santo es el protagonista de la obra de Dios - Alfredo Muzzi
Jesús vivió entre los hombres mostrando
el carácter del Padre.
Les comunicó las palabras del Padre.
Les habló y enseñó la doctrina del
Padre.
Dedicó su tiempo a doce personas que
llamó “sus discípulos”, a estos los apartó para que estuviesen con él, les dio
autoridad y luego los envió a la misión.
Jesús confió en la obra posterior que
el Espíritu Santo iba a hacer en ellos.
(1) Estas cosas os he hablado, para que
no tengáis tropiezo.
(2) Os expulsarán de las sinagogas; y
aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a
Dios.
(3) Y harán esto porque no conocen al
Padre ni a mí.
(4) Mas os he dicho estas cosas, para que
cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os lo había dicho. Esto no os lo
dije al principio, porque yo estaba con vosotros.
(5) Pero ahora voy al que me envió; y
ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas?
(6) Antes, porque os he dicho estas
cosas, tristeza ha llenado vuestro corazón.
(7) Pero yo os digo la verdad: Os
conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a
vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
(8) Y cuando él venga, convencerá al
mundo de pecado, de justicia y de juicio.
(9) De pecado, por cuanto no creen en
mí;
(10) de justicia, por cuanto voy al
Padre, y no me veréis más;
(11) y de juicio, por cuanto el
príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.
(12) Aún tengo muchas cosas que
deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.
(13) Pero cuando venga el Espíritu de
verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta,
sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de
venir.
(14) El me glorificará; porque tomará de
lo mío, y os lo hará saber.
(15) Todo lo que tiene el Padre es mío;
por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber. Juan 16:1-15
En el versículo 8 vemos lo que El
Espíritu Santo iba a hacer cuando venga; convencería al mundo, ¿De qué cosas
iba a convencer?
· De pecado
· De justicia
· De juicio
En el versículo 13 dice lo que el
Espíritu Santo va a hacer en los discípulos:
· Los guía a toda verdad
· Habla todas las cosas que oye del Padre
· Hará saber todas las cosas que han de venir
· Glorifica a Jesús
· Toma lo que es de Jesús y lo hace saber a los discípulos
Todo comienza con una intervención de
Dios
En Génesis no había luz, Dios dijo:
hágase la luz, y la luz fue hecha.
Dios sopló sobre el hombre espíritu de
vida y éste que no tenía vida, la tuvo.
Envío su espíritu sobre los discípulos
en pentecostés y ellos fueron llenos de poder y comenzaron a dar testimonio de
Jesús.
Así fue y así será; el Espíritu Santo
es el protagonista de la obra que nosotros, sus hijos, tenemos que llevar a
cabo acá en la tierra
El Espíritu Santo interviene de
distintas maneras y produciendo lo que él cree conveniente hacer, él sabe todas
las cosas, me llama la atención en las escrituras la expresión “el Espíritu de
Dios despertó”:
“Y despertó Jehová el espíritu de
Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de
Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron
y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios,” (Hageo 1:14)
En este pasaje podemos ver que Dios
despertó el espíritu del gobernador, del sumo sacerdote y de todo el pueblo,
¿para que los despertó? Para que continuaran haciendo la obra que estaba
inconclusa. Una vez despertados dice que: “vinieron y trabajaron” no en
cualquier trabajo, trabajaron en la casa de Jehová, o sea hicieron el trabajo
que Dios quería que hagan.
Hoy necesitamos de la presencia del
Espíritu Santo en nosotros, que nos mantenga bien despiertos, ¿para qué? Para
que estemos activos en realizar la obra que el Señor Jesús nos indicó con toda
claridad que tenemos que hacer: predicar el evangelio del reino de Dios y hacer
discípulos.
Cuando alguien es despertado por el
Espíritu Santo se ven algunas muestras claras de ese despertar:
· Ve a Dios
· Ve su reino, su gobierno, y rinde su voluntad a la voluntad del
Señor
· Se enciende a buscar más y a conocer más a Dios
· Crece en el enamoramiento hacia Dios
· Crece en las expresiones de alabanzas
· Comienza a gustar de la adoración
· La palabra de Dios se torna indispensable, es su guía, alimento,
espada.
· Adquiere discernimiento, no es engañado fácilmente
· Se mete en la obra del Señor. Quiere predicar, hacer discípulos,
servir, como sea y donde sea.
· Arde por el Espíritu. Porque no recibió espíritu de cobardía sino de
poder y dominio propio.
Aleluya, el Espíritu Santo viene a
morar junto a nuestro espíritu, ¿Dónde nos lleva? ¿Qué nos quiere mostrar? Nos
lleva al Padre y podemos ver con claridad al Padre y al Hijo y le damos gloria
y honra a nuestro precioso Dios, eternamente y para siempre. Amén.
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