sábado, 14 de enero de 2012

REFLEXIONES SOBRE EL MODELO DE MUJER DEL NUEVO TESTAMENTO.

REFLEXIONES SOBRE EL MODELO DE MUJER DEL NUEVO TESTAMENTO.

¿Cuál es el modelo de mujer que nos muestra el Nuevo Testamento?
Pensemos que un modelo es un todo, no sólo la descripción de las diferentes
partes. Por ejemplo: cuando hablamos de un modelo en un vestido, no hablamos
separadamente del escote, la falda o las mangas sino del conjunto de todas esas
partes.
Tenemos a MARIA, como modelo de mujer cristiana (Lucas 1:30). Una mujer
que halló gracia delante de Dios. Por eso el Espíritu Santo pudo obrar en ella y
ocurrió lo que era imposible para ella, y ella se convirtió en un instrumento de
salvación y pudo decir: “Hágase conmigo conforme a tu Palabra”.
La sociedad actual tiene OTRO MODELO: una EVA muy evolucionada que es
un ANTIMODELO delante de Dios. Ese modelo apela a nuestra naturaleza caída,
por eso tenemos que estar muy atentas para no contaminarnos con el
pensamiento del mundo.
Vamos a reflexionar sobre los pasajes de las Escrituras que describen el
MODELO BIBLICO de mujer y a compararlo con el del mundo para que nos quede
más claro lo que se espera de nosotras, mujeres cristianas.
I.- CARACTERISTICAS DEL SER: ¿Cómo debe ser una discípula del Señor?
El pasaje de:
A-) Tito 2:3 y 4 nos habla de qué se espera de las mujeres maduras.
Aquí es bueno aclarar que Dios quiere que todas lleguemos a ser maduras.
La madurez no viene por arte de magia, sino como un desarrollo progresivo de las
virtudes cristianas hasta poder llegar a ser ejemplo de las mujeres más jóvenes.
Así que, aún las recién convertidas deben aspirar a alcanzar estas virtudes
descriptas en estos pasajes.
1.- Reverentes en su porte:
También se puede decir que se “porten con reverencia”. Esto significa ser
discretas en la manera de comportarse, de hablar y de vestir.
Lo contrario sería: ser descontroladas, alborotadoras, llamativas, que
atraen la atención sobre sí mismas.
2.- No calumniadoras (RV), No chismosas (VP)
En 1º Timoteo 5:13 vemos que el chisme es un fruto de andar ocioso. El
chisme divide (Proverbios 16:28) y provoca contiendas (Proverbios 26:20). El oír
las “suaves palabras” del chismoso pueden contaminar profundamente
(Proverbios 18:8). El chisme tiene dos participantes: el que lo dice y el que lo
escucha. En el Salmo 15, entre las características de aquél que morará con el
Señor está el que “no admite reproche alguno contra su vecino (Salmo 15:3).
B-) Maestras del bien: ¿Qué deben enseñar para que se les de este “honorable”
título?
a-) A amar a sus maridos y a sus hijos.
b-) A ser prudentes.
c-) A ser castas, o sea puras.
d-) A ser cuidadosas de su casa (la casa debe reflejar orden, calidez y paz).
e-) A ser buenas, libres de toda malicia y contención (Colosenses 3:12).
f-) A ser sujetas a sus esposos
En Efesios 5:21 al 24 se nos habla de sujeción en el TEMOR DEL SEÑOR.
Esta no es una simple sujeción externa, sino profunda “en el corazón”, conscientes
de que sujetarse al esposo es sujetarse al Señor.
¡Tenemos que tener cuidado con la ASTUCIA (*) FEMENINA! (cualidad
inherente a Eva) que nos lleva a lograr permisos, o torcer el parecer del esposo
por medio de la astucia.
La astucia responde a la “sabiduría terrenal”, porque la verdadera
sabiduría, la celestial, siempre va por caminos lícitos, por eso el Apóstol Santiago
dice que la sabiduría que viene de Dios es primeramente “pura”. (Santiago 3:17).
En Efesios 5:33 se nos dice además que las mujeres deben “respetar a
sus maridos”. ¿Por qué esta indicación precisa? Porque podemos amar y no
respetar. Para que exista verdadero respeto, éste tiene que comenzar en los
pensamientos.
Cuando la mujer tiene pensamientos de menosprecio hacia el marido,
estos irán medrando su respeto hacia él y esto tarde o temprano se manifestará
aún en los pequeños gestos.
En 1º Pedro 3:1-6 se nos describen otras características de la mujer cristiana.
Además de la conducta casta y respetuosa se nos habla del atavío, la
apariencia externa, que debe ser discreto.
Las mujeres del mundo tienen especial énfasis en lo exterior. Dedican mucho
tiempo y dinero en mejorar constantemente la apariencia física. No debería ser así
entre nosotras. Debiéramos ser consideradas por los demás, más por las virtudes
del corazón que se manifiestan en la manera de ser, que por el aspecto físico.
El pasaje nos habla del “atavío del corazón”, que es un “espíritu afable y
apacible”, que es de grande estima delante de Dios. Aquí entra en juego cuál es
nuestra motivación principal. ¿Agradar a Dios o agradarme a mí misma?
Notemos que habla de un espíritu, no simplemente de una manera de ser. Es
como un aroma que toda persona que entra en contacto con ella puede percibir.
Es alguien que transmite paz y es agradable estar con ella. (Lo contrario sería un
espíritu áspero, amargo, inquieto, alterado). El hogar donde ella vive y se mueve
tiene esa “buena influencia”.
Alcanzar este “espíritu afable y apacible” requiere dedicación pues no viene
como algo inherente a nuestra naturaleza (Lucas 10: 38 al 41). El Apóstol Pablo
aconseja a Timoteo a que se “ejercite para la piedad” que “para todo aprovecha”
(1º Timoteo 4:7 y 8).
C-) En Timoteo 2:9 al 15 también tenemos consejos bien específicos para las
mujeres que anhelan agradar a Dios. Yo los llamo “versículos antifeministas”
porque se oponen enfáticamente al pensamiento feminista actual.
Cuando habla de la vestimenta de las mujeres, habla de ropa decorosa.
Decoro significa respeto, dignidad.
Vestirse con decoro es vestirse de manera de generar respeto ante los
demás.
Pudor es sinónimo de honestidad y modestia es la virtud que modera y
templa las acciones externas. Es también honestidad en hechos y dichos.
Lo contrario es la exageración, es el querer llamar la atención sobre uno
mismo.
Este pasaje dice claramente como debe ser el atavío: BUENAS OBRAS.
¿Cuánto tiempo invierto en mi aspecto externo comparativamente al que invierto
en buenas obras? ¿Aplico el mismo interés y dedicación en mirarme en el espejo
de la Palabra de Dios que el que aplico en mirar mi apariencia en el espejo? El
mundo invierte tiempo, energías y dinero en la APACIENCIA EXTERIOR. Siendo
estos recursos limitados TENEMOS QUE ELEGIR. ¿Cuál es nuestro modelo?
¿Qué procuramos cuando nos vestimos y arreglamos? ¿Cómo queremos ser
conocidas por los demás?
Todo esto será definido por el tiempo (que es vida) que invirtamos en lo que
es más importante.
Los versículos 11 y 12 nos muestran claramente que en la Iglesia, de
acuerdo al modelo bíblico, NO hay lugar para pastoras. No es casual que en 1º
Pedro 3:1 se aconseje a las mujeres con esposos inconversos ganarlos “sin
palabras” por la conducta casta y respetuosa.
El versículo 15 nos habla de que la mujer se salva “engendrando” hijos. Y
aquí podemos hablar no sólo de hijos naturales sino también espirituales. Por un
lado, porque debemos apuntar a que nuestros hijos sean discípulos y por otro,
porque aún las que no son madres naturales deben procurar engendrar hijos
espirituales en el Señor. Y esta tarea no debiera realizarse como una simple
actividad sino permaneciendo en fe, amor y santificación con modestia.
El ejercicio de la maternidad (tanto en lo natural como en lo espiritual) llevado
a cabo con responsabilidad y amor desarrolla en nosotras muchas de las virtudes
de Cristo.
Todas estas virtudes descriptas en los pasajes bíblicos citados no son
inherentes a Eva. Por eso, para adquirirlas y encarnarlas en nuestras vidas es
fundamental negarnos a nosotras mismas y ser llenas del Espíritu Santo y la
Palabra, a fin de tener la mente de Cristo.
II.- Características del SER de la mujer de hoy en el mundo.
Vamos a analizar los rasgos de la mujer del mundo hoy, comparativamente
con el modelo bíblico:
1.- La mujer de hoy BUSCA PROTAGONISMO para “realizarse”, compitiendo
con el varón. Esta característica se opone totalmente al modelo de modestia y
discreción que el Señor señala para la mujer.
2.- Es IRRESPETUOSA: no respeta el orden claramente establecido por Dios
de que esté sujeta al esposo y lo respete. Esta es una de las causas más
comunes de discordias y rupturas matrimoniales.
3.- Vive ALTERADA y NERVIOSA contaminando el clima del hogar. Esto es
consecuencia de no respetar el orden establecido por Dios, donde el Señor la
pone para protegerla.
4.- Cada vez más la mujer se erige como MAESTRA DEL VARON y ASPIRA
A LUGARES DE GOBIERNO, siendo que el Señor capacitó al varón para ejercer
esas funciones.
5.- La moda actual lleva a la mujer a SEDUCIR AL VARON y a atraer la
atención sobre sí. El pudor, el decoro y la modestia son “pasados de moda” para
las mujeres modernas.
6.- El “servicio” es visto como una carga y no como un privilegio. De allí que el
ser ama de casa sea visto como un trabajo denigrante, ya que requiere vivir
sirviendo sin ganancia de dinero ni protagonismo.
7.- La mujer de hoy vive OCUPADA EN SI MISMA en su apariencia física y en
su realización personal. La contrapartida es la mujer cristiana piadosa ocupada en
“Buenas Obras”.
8.- Para este modelo mundano los hijos son una carga. Por eso se tienen muy
pocos y resulta común que sean criados en guarderías. Ellos compiten con el
tiempo que la mujer requiere para su “realización personal egoísta”.
9.- La mujer de hoy sin Cristo es, en muchos casos, la NECIA que derrumba
su casa con “sus propias manos”, siendo irrespetuosa, contenciosa, mal ejemplo
para sus hijos y falta de prudencia para ver anticipadamente el derrumbe de su
casa.
III.- Características del HACER de la mujer cristiana:
¿Qué cosas el Señor espera que hagamos sus discípulas?
En Hechos 16:14 y 15 se nos relata el testimonio de Lidia, la vendedora de
púrpura. De ella se nos dice que ADORABA a Dios. Por esa razón pudo tener su
corazón preparado para escuchar a Dios. Ella fue además, PUERTA DEL REINO
para toda su familia, que se convirtió por su testimonio. De ella también se nos
dice que, con toda solicitud, HOSPEDO a los Apóstoles en su casa.
En Hechos 18:26 y Romanos 16:3 y 4 se nos habla de Priscila, la cual es
nombrada siempre con su esposo, Aquila. Aquí vemos el caso de una mujer
casada que formaba un verdadero equipo de servicio al Señor con su esposo.
Teniendo claro el Evangelio del Reino pudieron ser usados por Dios para “aclarar
el camino de Dios” a un ferviente siervo del Señor (Apolos). Además su
consagración al servicio del Reino los llevó a arriesgar la vida y a ser usados en
“todas las iglesias de los gentiles”.
También podemos ver, por las Escrituras, que hay lugar para el servicio de las
mujeres solas. En Romanos 16:1 se nos nombra a Febe, la diaconisa de la iglesia
de Cencrea. De ella Pablo dice “que ayudó a muchos, y a mí mismo”. En esa
misma carta Pablo manda salutaciones a María y a Trifena, Trifosa y Pérsida,
todas mujeres que son nombradas solas y de las que se dice que “ trabajaron
mucho en el Señor”. (Romanos 16:6 y 12).
En 1º Corintios 7:34 se nos habla de las doncellas, mujeres jóvenes solteras.
De ellas se nos dice que “tienen cuidado de las cosas del Señor, para ser santas
(apartadas para Dios) así en cuerpo como en espíritu”. Pablo reflexiona aquí
respecto de las ventajas de ser soltera, respecto a ser casada, en cuanto a la
libertad de tiempo para servir al Señor. Hoy, contrariamente, el mundo impulsa a
las solteras a dedicar esa libertad para rendir culto refinado al “yo”
(hedonismo).(**)
En 1º Timoteo 5:5 se nos describe otra clase de mujer sola: la viuda mayor
(aquí estarían también las solteras y separadas de mayor edad). De ella se nos
dice, por un lado, “que espera en Dios, y es diligente en súplicas y oraciones
6
noche y día”. Vemos aquí un uso muy específico de la libertad de tiempo que tiene
la mujer sola. (ver también Lucas 2:36 al 38)
Más adelante, en los versículos 9 y 10, se describen otros servicios que estas
mujeres pueden llevar a cabo para agradar al Señor. De ellas Pablo nos dice que
deben:
- Tener testimonio de buenas obras (1º Timoteo 2:10)
- Practicar la hospitalidad.
- Criar hijos (pueden ser espirituales solamente), Nos habla de dedicación y
abnegación.
- Lavar los pies de los santos (servicio)
- Socorrer a los afligidos: las mujeres tenemos especial sensibilidad para
socorrer a los que sufren.
En Tito 2:3 y 4, se especifica el trabajo que se espera que realicen las
mujeres espiritualmente maduras:
- Enseñar a las mujeres jóvenes:
a-) A amar a sus maridos y a sus hijos.
b-) A ser prudentes y castas.
c-) A cuidar de sus casas.
d-) A ser sujetas a sus maridos.
Por encargarse de toda esta enseñanza se las designa como MAESTRAS DEL
BIEN.
RESUMIENDO:
De acuerdo a todos estos pasajes del Nuevo Testamento, vemos que la
discípula del Señor está muy lejos de quedar ociosa y sin fruto en el Reino de
Dios.
Haciendo la lista, encontramos que el Señor espera que:
1- Adore a Dios y sea diligente en oraciones y súplicas noche y día.
2- Sea instrumento de Dios para ganar a sus familiares y vecinos.
3- Practique la hospitalidad.
4- Sirva a los hermanos.
5- En el caso de las casadas con esposos cristianos, sirva al Señor en un
equipo bien concertado.
6- Socorra a los afligidos y necesitados.
7- Sea una verdadera “Maestra del bien”.
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(*) ASTUCIA: capacidad para gobernar solapadamente.-
(**) Aquí, quisiera tener una reflexión para las madres jóvenes solteras. Nosotras
tenemos la responsabilidad de enseñar a nuestras hijas y estimularlas al servicio
al Señor y a los hermanos. ¿Tenemos tiempo con ellas para orar, leer la Palabra,
aconsejarlas con el consejo de Dios? ¿Somos modelo de hospitalidad y de
servicio a los hermanos y las involucramos en ello? ¿Las animamos a invertir su
tiempo de soltería en los negocios del Padre?

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